No me gusta
escribir en caliente, de hecho no es bueno hacer nada en caliente; estoy ya muy
habituado a decirle a mi hija adolescente que frene la natural impulsividad de
la edad, a la hora de relacionarse en las redes sociales.
En este
medio tan nuevo para muchos, estamos siempre a un click del desastre, de la
barbaridad; como ya he leído en varios artículos y blog, y estoy de acuerdo,
escribe en tu perfil solo aquello que dirías voz en alto en un bar; si mucha
gente se pensara dos veces lo que va a decir
o escribir, se evitarían asesinatos, guerras y otras desgracias menores.
Pero bueno,
parece que he empezado la casa por el tejado, esto es el epilogo del artículo,
ahora voy a la verdadera razón de escribirlo, que es darle a Esperanza Aguirre
lo que se merece en el dia de su dimisión como Presidenta de la Comunidad de
Madrid.
Como Presidenta
de la Comunidad de Madrid, Excelentísima Señora Esperanza Aguirre y Gil de
Biedma:
1. Mi más enérgica reprobación a una gestión política
que ha supuesto la privatización de la Comunidad de Madrid especialmente en educación
y sanidad.
2. Mi oposición al liberalismo que
practica y en el que siempre se ha alineado, detrás de este eufemismo se
encuentran, políticas, comportamientos y decisiones tremendamente regresivas
para los ciudadanos.
3. Mi desacuerdo con una forma personal de hacer política
basada en los comportamientos directos y muy campechanos en el cuerpo a cuerpo
con el ciudadano, cuando detrás esconde una forma autoritaria de ejercer el
poder emanado del pueblo.
Como persona,
Esperanza.
1. Mi comprensión hacia tu enfermedad
que desgraciadamente tan cerca he tenido siempre.
2. Mi deseo de que la enfermedad evolucione
bien.
3. Mi respeto personal hacia tu decisión,
en la creencia de que está basada en gran parte en la enfermedad.
4. Mi cercanía a tu familia en estos momentos,
ya que el cáncer es una enfermedad muy difícil de negociar por parte de los
allegados.
5. Mi opinión de que el enfermo tiene
derecho a ser tratado como tal en la esfera personal al margen de su dimensión pública.
Llevo parte
de la tarde viendo post y comentarios en las redes en las que estoy presente y
comentarios de amigos y conocidos me han provocado este articulo, está claro
que en una etapa como la que estamos viviendo están los sentimientos a flor de piel, el
papel lo aguanta todo, yo podría aportar varios según los cuales, Esperanza
Aguirre debería morir entre horribles sufrimientos, pero parafraseando a Ortega
y Gasset:
¡No es esto,
no es esto!