Viendo la situación mediatico-economico-politica (uff que
largo) estos días de agosto, he recordado las palabras de una niña inglesa que
estaba de vacaciones en una de las playas que asolo el tsunami del 2004; observando
que el agua del mar se retiraba y dejaba
a la vista cientos de metros de playa, recordó que días atrás había estudiado
en el colegio los tsunami y que este suceso de aspiración era inmediatamente
anterior a la llegada de la ola y la devastación.
Eso le salvo la vida a ella, a su familia y al resto de la gente que estaba en esa playa y
que hicieron caso del comentario de dicha niña.
No voy a hacer yo aquí de niña observadora, pero la neurona
me dice que hay similitudes; igual que antes del tsunami se retira el agua y
permanece un periodo de calma, parece haberse retirado el agua que parecía que
nos tenía en vilo, la prima de riesgo sigue ahí, que si bajo que si subo pero
discreta, el interés del bono algo más caro, pero poco, casi sin notarse.
Rajoy en Galicia, sus ministros más o menos calladitos, los líderes
europeos seguro que en Mallorca (holandeses, finlandeses y alemanes seguro), la
oposición a la fresca que vienen meses duros y así estamos pasando parte de
julio y los días que llevamos de agosto, tirando de paella de chiringuito y siesta,
y viendo como el agua de la realidad parece que se ha retirado de nuestras
playas, de la general y de la playa particular de cada uno.
No hay nada mas impertinente para un español que un rescate
le pille entre espeto y espeto, o cuando ya están las brasas para echar la
panceta, por eso seguramente Rajoy ha decidido dejar para septiembre la escenificación
del rescate; uno puede quitar pagas, bajar sueldos, subir impuestos, pero
cortarle el rollo a los españoles en pleno agosto es algo que el presidente del
gobierno sabe que tendría consecuencias desastrosas.
A este escenario playero con kilómetros de arena y casi nada
de agua que moleste, nos apuntamos todos con alegría, y yo el primero, el
viernes me voy y además muy tranquilo, de aquí al 15 seguro que no pasa nada, la
Virgen de Agosto y sus fiestas en media España parecen un seguro contra posibles
males.
¿Qué vendrá en septiembre?, no lo sé, ni me importa ahora
mismo, pero como me viene el aroma de que no me va a gustar, he decidido vivir
estos días como si fueran los previos al apocalipsis; si septiembre es malo,
que me quiten lo bailao, si septiembre es bueno……..también que me quiten lo
bailao.
Eso sí a la hora de preparar las vacaciones un consejo
importante, si quieres pasarlas tranquilas, con esa tranquilidad que da la ignorancia,
saca suficiente dinero de tu banco para todas las vacaciones y no se te ocurra pasar
por un cajero, puede que te enteres de que te han despedido.
Feliz verano.
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